En días como estos, en los que no dejamos de oir voces que desde el levante nos reclaman agua, directamente o por medio de escondidas enmiendas presupuestarias, en los que vemos una vez más el desprecio a la lengua aragonesa, días en los que nuestros políticos se frotan las manos con un superproyecto en os monegros, días en los que la gente llama catetos a aquellos que quieren un mundo mas verde que gris, días en los que reconstruiría la casa de la foto y me encerraría ajeno a este mundo hasta que llegase el final. Es triste nuestro país, tanto como bello, intes salados cual glarima sin duda. Que mejor para levantar el ánimo que escuchar una vez más esa tronada que canta la ronda de boltaña y que imagino a más de uno y de dos nos ayuda a imaginar un país del que sentirse orgullosos.
